El concepto de loft lo hemos heredado en el mundo desde la ciudad por antonomasia de los rascacielos más altos del mundo: Nueva York.
Los primeros lofts y, por ende, su concepto, surgieron allí en los años setenta, tras la desindustrialización. Una crisis provocó que muchas pequeñas fábricas, almacenes y talleres de barrios como el SoHoo Tribeca fueran abandonados por falta de dinero, subvenciones y el cese de la actividad.
Entonces, estos espacios fueron adaptados para oficinas y viviendas por los artistas que necesitaban grandes espacios para crear aprecios más económicos.
Con el paso de los años, estos oficinas-pisos se pusieron de moda y personas con más recursos económicos y firmas de lujo se mudaron a estos barrios para utilizar estos espacios más diáfanos y con más luz.
Existen tres características que determinan la definición de un Loft:
1.- Espacios abiertos
2.- Techos altos y grandes ventanales
3.- Elementos urbanos